15 de diciembre de 2014

Bueno, venga

Un poco de alegría, que parece esto un funeral!!



Ea :D

20 de noviembre de 2014

Mi cactus ha muerto

Mike, mi cactus, murió este verano, y tras varios intentos (inundaciones) para intentar revivirlo he de asumir que ya no está.

Me cuesta mucho asimilar las cosas, y cuanto más repentinas, peor.

Me cuesta asumir que este semestre se me está haciendo tan cuesta arriba como los anteriores, y que quizá no sea mi último primer semestre de la carrera.

Me cuesta asumir que tanto montan, montan tanto Isabel como Fernando, aunque lleven ya más de dos años.

Me cuesta asumir que no voy a aprobar Misiles con mi Casio.

Me cuesta asumir que a #R y a mí ahora nos separen 200 kilómetros más.

Me cuesta asumir que donde antes había mensajes privados larguísimos ahora haya dos tics azules

Me cuesta asumir que haya pasado de 24/7 a...

Me cuesta asumir que no debo ser egoísta.

Me cuesta asumir que las cosas cambien, especialmente porque suelo perderme en esos cambios.

Adiós, Mike.

11 de mayo de 2014

Beth, la chica ciega

"Tienes cinco sentidos. Aprende a usar los otros cuatro, y así tendrás menos cortes y arañazos y cicatrices."  

Hacía mucho que no me recordaban lo horrible que es seguir teniendo 14 años.

21 de enero de 2014

Ferretería

Las decisiones son curiosas. Desde que vi el capítulo de Futurama de la máquina "Y si" (Uno de los diez capítulos de Futurama que habré visto en toda mi vida) siempre he deseado tener algo así. Precisamente porque cuando tomas una decisión significa que siempre hay otra opción, y quién sabe la de cosas que te puedes estar perdiendo. Claro que si lo pudiéramos saber, las decisiones serían siempre acertadas y seguramente nos terminaríamos aburriendo de decidir.

Yo, por ejemplo, decidí venirme aquí a Siberia Madrid. Podría haberme ido a Sevilla y no estaría escribiendo esta entrada ahora. Porque esta entrada va de personas que conoces por casualidad. Personas que no tendrían que haber aparecido en tu vida de no ser porque tú decidiste hacer algo. Presentarte en una quedada gótica cuyo organizador conoces simplemente de un vídeo de Youtube, hablar cordialmente con un muchacho en una fiesta que crees que jamás volverás a ver o entrar en la universidad y tener un número más de expediente que una persona maravillosa.

Siempre me dicen que tengo muchos amigos y que me llevo bien con todo el mundo. Lo segundo es bastante cierto, pero no por ello se implica lo primero. Amigos importantes tengo pocos en comparación con la gente que conozco, pero para mí son enormemente suficientes. También me cuesta mucho distinguir entre "amigos" y "mejores amigos" entre ellos. ¿Por qué tener sólo un único mejor amigo? Con cada persona compartes algo especial, algo distinto, hay cosas que hablas con una que a otra no le llamará tanto la atención, y sin embargo contigo es imposible no contarte algo, por muy estúpido que sea, y aún así siempre estás ahí para escucharlo (Hasta que me dices que te vas a estudiar y en realidad te pones a jugar al Candy Crush, que lo sé yo). Me alegro de que me traigas chocolate y de que me aguantes las pelis de Disney que te hago ver (:D). Me alegro de que me escuches cuando te cuento mis chorradas y de que cuentes conmigo para contarme tus problemas. Me alegro de haberme sentado en segundo a tu lado y de que formes parte de mi vida.