21 de febrero de 2013

Haters gonna hate.

Feo. Gorda. Pelma. Gafotas. Larguirucho. Tapón. Anoréxica. Sudaca. Friki. Rojo. Estrecha. Hipócrita. Boca de acero. Pedante. Zanahoria. Antisocial. Goticucho. Sin vida. Facha. Inútil. Peluda. Empollón. Plancha. Puta.
Y así.
Levanta la mano si te has sentido identificado.

Últimamente estoy viendo muchas cosas a mi alrededor que no me gustan, y el maltrato verbal vuelve a la carga. El otro día estábamos Astarté, Brunilda, la chica del pelo de fuego, Xellos y yo pasando una agradable velada y surgió el tema. Astarté preguntó "¿Quiénes de los aquí presentes han sufrido bullying?" Y todos levantamos la mano. Y esto es una realidad. ¿Los motivos? Ser demasiado lista, demasiado callada, demasiado bajita, demasiado demasiado. Los niños pueden ser muy crueles y las palabras a veces hacen más daño que los gestos, pero mi mayor enfado surgió al ver este vídeo.
¿Por qué una persona que es feliz, que le gusta hacer lo que hace, que trata de sacarnos a todos una sonrisa, tiene que dejar de hacerlo? Porque hay gente que no se lo permite. ¿Y quién es esa gente para permitirnos nada? Ése es el problema. NADIE. Pero ellos lo hacen.
Lo peor del acoso y de los insultos es que vienen de gente destructiva, que necesita expresar esa destrucción y la proyecta sobre aquellos que considera débiles. Y se olvidan de que es importante respetar a cada uno. Es como que les pone, insultar. Como si odias con todo tu ser las coles de bruselas pero sientes la necesidad de comerlas una y otra vez para decir "Qué asco".
(Yo, por ejemplo, detesto los filosofeos frívolos, y me dan ganas de dar sillazos en la cara más de una vez. Pero en vez de gastar mi tiempo leyéndolos y comentando "Buu, no me gustas" prefiero leer un buen libro o ver una peli. Llamadme rara.)
Evidentemente, si lo has sufrido, salir de un proceso así cuesta, y mucho. La persona afectada se llena de inseguridades, de miedos, de ¿Será verdad que soy así? e incluso puede llegar a creérselo y hundirse del todo. Pero se puede conseguir.
Lo importante es aceptarse a uno mismo tal y como se es. Pero no como te dicen que eres, sino como tú te ves. Que tu "defecto" se convierta en tu virtud, sin importar a quien le pese. Es decir, si te crees que no vales nada porque la gente te lo dice... ¿Por qué no empezar a creer que sí vales algo, porque te lo digo yo? Todos tenemos nuestro potencial, y sólo hay que descubrirlo. Quiérete. Tómate la vida con humor, busca lo que te hace feliz y aléjate de lo que te hace infeliz. ¡Sonríe!. E incluso puedes probar con el ensayo y el error. Yo traté de parecerme a la gente que se reía de mí, con la gran idea de "Si soy como ellos, me aceptarán". Y no sé si habría funcionado o no, pero es que era TAAAAAAAN aburrido ser como ellos que preferí que siguieran con sus insultos a cambiar mi forma de ser. Siempre va a haber gente a la que no le gustes, pero también habrá gente a la que sí, y es por ellos por los que tienes que seguir siendo tú mismo, porque que cambies es lo que quiere la gente mala, y no queremos hacer feliz a la gente mala, ¿verdad?.

No sé si esta entrada habrá conseguido algo, estoy con un resfriado monumental y me salen las palabras sin pensarlo mucho. Pero al menos me gustaría que comiences a pensar en lo mucho que vales. Y que sonrías. Y si mi entrada no lo ha conseguido, esto sin duda lo hará:

:)

11 de febrero de 2013

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